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viernes, 16 de agosto de 2024

La Gran Mentira del Tahuantinsuyo

 


La gran mentira del Tahuantinsuyo

 




La Gran Mentira del Tahuantinsuyo

PRIMERA PARTE

By Germánico Vaca

El relato histórico de Sudamérica, en particular el del Imperio Inca, suele retratarse a través de la lente de las ambiciones coloniales españolas y las posteriores narrativas históricas moldeadas por los intereses europeos y por la tribu más traidora de América, "los incas", que ayudaron a los españoles a conquistar a todas las demás tribus, creando un supuesto imperio. El relato histórico está plagado de inconsistencias, distorsiones, mentiras y omisiones deliberadas. A continuación, se presentan algunos puntos clave a tener en cuenta:

  1. Narrativa histórica e influencia española:

    • La narrativa histórica predominante sobre América del Sur ha sido influenciada significativamente por los colonizadores españoles y sus necesidades. La falta de una "lengua escrita" entre los pueblos indígenas, narrativa que a menudo se utiliza para justificar el borrado de sus historias, es cuestionable. Existe la creencia de que se destruyeron valiosos registros y códices, y se silenció a los disidentes.
  2. Entendiendo la “Historia Real”:

    • El término "historia real", tal como lo define la realeza española, refleja una narrativa adaptada a sus intereses, que se aparta de los verdaderos hechos históricos. La invención del Tahuantinsuyo (el Imperio Inca) ocurrió en 1529, dos años antes de que comenzara la conquista propiamente dicha, y debe verse como una construcción de los españoles, más que como una entidad histórica auténtica.
  3. Conceptos erróneos sobre el lenguaje y la historia:

    • El idioma es clave para entender si toda la narrativa es falsa. El quechua no era la lengua de los incas. En cambio, el hecho es que los incas hablaban puquina, un dialecto de los aymaras. El argumento de que el puquina era la lengua de la realeza es más que absurdo. Sólo como ejemplo, los moros controlaron España durante 780 años y los reinos de España no hablaban morisco, árabe ni ninguna otra lengua, por lo que la idea de que los incas eran tan sofisticados que podían inventar otra lengua para las masas y sus sirvientes hablaban kiwa, kichwa y quechua, es más que ridícula. El hecho es que había una confederación de tribus que hablaban esos dialectos del kichwa que hablaban los quitus-kitus, y todas esas tribus pertenecían a una confederación de tribus que hablaban los dialectos derivados del KIWA. Pero toda la narrativa se destruiría si todas las ciudades se realizaran en esas lenguas. Por lo tanto, no podría haber un imperio, porque las ciudades no están en la lengua inca. La persistencia de la narrativa quechua debe verse como parte de una distorsión histórica más amplia. 
  4. Inconsistencias en los relatos históricos:

    • Los registros históricos que sugieren que los incas adoraban a Viracocha (Wiracocha) en quechua son problemáticos si el puquina era su idioma real. El uso de quipus (kipo) para la contabilidad y el nombre de los chasquis (mensajeros) se interpretan como evidencia de una tergiversación histórica. Se sugiere que el término "quisquix" está más cerca de la lengua y la cultura originales de los kitus. La clave también es su calendario. El calendario skhyris fue construido allí mismo en Sagsa-awan. Ningún rey inca supo nunca lo que significaba. Excepto Atahualpa. 
  5. Perspectivas históricas alternativas:

    • El argumento propone que la verdadera historia involucra una confederación de tribus (Shyris=Scyris-Kitus) que difundieron su lengua en diferentes regiones. La idea es que el Imperio Inca, tal como se entiende comúnmente, podría ser una representación errónea de una realidad histórica más compleja.
  6. Relatos personales y revelación histórica:

    • La narración también incorpora relatos personales, como los compartidos por Carmen Atabalipa, descendiente de Atahualpa. Estas historias se presentan como reveladoras de la "verdadera historia" detrás de la historia de América del Sur, desafiando las interpretaciones académicas establecidas.

Conclusión:  Los relatos históricos de Sudamérica, en particular los relativos al Imperio Inca, son imperfectos debido a las influencias coloniales y a las malas interpretaciones. Es necesario reevaluar estas narrativas, considerando perspectivas y evidencias alternativas que puedan ofrecer una descripción más precisa de los acontecimientos históricos y las realidades culturales.

En exclusiva publico por primera vez el calendario de los Shyris y como funcionaba. Lo llenaban de agua.

La historia de Sudamérica es en su mayor parte una historia falsa, producto de las ambiciones de los implicados y de las necesidades de los reyes españoles. Desafortunadamente, aunque la verdadera historia suele contarse de generación en generación, se la descarta y se la ignora. No se ha investigado lo suficiente y, como podemos ver desde el principio, estaba plagada de inconsistencias, relatos inventados y falsedades rotundas. Los españoles tenían la ventaja de que no había "lengua escrita" o al menos esa es la historia. Creo que quemaron todos los "códices" y mataron a cualquiera que se les opusiera.

En primer lugar, hay que entender que “historia real” significa la historia según “la realeza de España” y lo que ellos querían que se supiera. Pero esto era diferente de la historia verdadera. Por lo tanto, para entender la historia verdadera debemos entender qué sucedió y qué pasó realmente para inventar el Tahuantinsuyo. Los españoles lo inventaron. 

La tragedia es que Oxford, Harvard y Yale siguen publicando y enseñando mentiras absurdas como que "el quechua era la lengua de los incas" ESO ES MENTIRA, puede sonar loco decirlo, pero parece como si la "élite" (los enlilitas) siempre tratara de borrar todo rastro del clan ENKI. De hecho, verás lo que quiero decir si lees hasta el final. En cualquier caso, el "idioma" desentraña toda la mentira de un Reino Inca o mucho menos de un imperio. El quichua era la lengua de los Quitus=Kitus, lo cual no es debatible ni se debe discutir, eso es un HECHO. Nunca fue la lengua de los incas; de hecho, Atahualpa era hijo de Kilago o Quilago, una princesa KITUS y por lo tanto, era la lengua de Atahualpa. Tribu tras tribu desde el sur de Colombia hasta Chile hablan mayoritariamente quichua, y otras setenta lenguas, y ninguna habla PUQUINA, la lengua de los incas es una lengua muerta. Entender cómo todas esas tribus adoptaron el idioma es la clave para entender la verdadera historia de Sudamérica, de lo contrario, no tendría sentido alguno. Solo por comparación, el imperio romano dejó su legado del latín y las lenguas que derivaron del latín como el italiano, español, portugués, gallego, catalán, veneciano, rumano, lobardo, sicialino y esperanto. En Sudamérica la mayoría de las tribus hablan dialectos del KICHUA. Pero a pesar de la existencia de todas estas tribus y la evidencia clara, continúan impulsando la falsa historia de la tribu traidora. El análisis cuidadoso de los hechos y el descubrimiento de ciudades que fueron borradas del mapa, y el hecho de que todas las ciudades estén en quichua, debería despertar hasta al más estúpido, pero las viejas narrativas persisten, aunque todo el "Imperio Inca" no tenga sentido alguno. 


Expliquemos más sobre por qué es tan importante el “idioma”.  Si la lengua inca era un dialecto del aymara, una lengua hoy muerta llamada puquina. ¿Tiene sentido? Las falsas narraciones nos dicen que los Incas adoraban a "Viracocha=Wiracocha, pero eso crea otro problema. Wiracocha también está en Kichua, que significa "Hombre blanco del lago" Pero ese es un nombre que en Kichua y Quechua significa lo mismo. ¿Cómo podemos entender que la tribu de habla PUQUINA de los Incas adoraba al Dios Kitus?. Entonces, ¿vamos a creer que el imperio Inca de Sudamérica adoraba a un Dios que tiene su nombre en Quichua, un idioma que ni siquiera conocían ni usaban hasta que Atahualpa el hijo de una princesa quiteña se convirtió en Rey de los Incas? Nos dicen que los Incas tenían un sistema de contabilidad basado en el Quipo (KIPO). Nuevamente en sumerio significa números en nudos. Nos dicen que el sistema de correo y comunicación lo llevaban los Chasquies, pero los españoles cambiaron eso del nombre original en Quichua que era Kiskiex-Quisquiex, "mensajeros de los Kitus" nuevamente la referencia QUIto. Porque todo el sistema de caminos fue creado por la confederación de tribus Shyris. Nunca fue INCA. Fue Kitus, que en sumerio significa "el lugar de la morada del morador del lugar". Fueron los Kitus, quienes difundieron su lengua por todos los demás reinos y así se conocieron las lenguas como Kiwa, Kichwa y Kichua. Porque durante siglos habían creado una confederación de tribus que cooperaban por medios pacíficos.

Para poder entender lo que sucede tenemos que entender cómo sucedió. 

Lo que voy a contarles es tan claro como recuerdo la historia hablada que me contó el día que mi abuela Carmen Atabalipa, la última descendiente viva de Atahualpa, esto es lo que ella me dijo que era la verdadera historia. He añadido referencias a traducciones de tablillas de arcilla que respaldan completamente lo que mi abuela me contó en 1970. 


El reino de los Scyri (Shyri)

El Reino Shyri fue establecido hace mucho tiempo, era Scyri no Shyri, los españoles lo cambiaron. Era una sociedad matriarcal establecida por la gran madre "Awan". La mayoría de las personas de Sudamérica llevan sus genes, Awan era la tercera hija de Adapa y Titi, Awan en el idioma de Eridu significaba "princesa" y fue la primera nieta humana del sabio Enki, como hermana menor y esposa de Kain fue exiliada junto con Kain cuando él había asesinado a su hermano Abael en un ataque de celos. 

Awan y Kain habían sido traídos en un carro por Ninurta, para vivir en un valle entre El Chimborazo y El Cotopaxi. Llamaron al lugar "La Mana" que significaba lugar de la Cosecha. El agua más pura de la Tierra se encontraba dentro de una cueva. Fue allí donde vivieron Kain y Awan y ella tuvo doce hijos. Cada hija y cada hijo se convirtieron en los reyes y reinas de las tribus de América del Sur. Pero se avecinaba una era de hielo y habían decidido ir más al norte, por eso se establecieron en Imbabura. Los doce hijos de Awan crearon primero las tribus de Kitus, Kayambies, Karaenkies, Atumtakies, Kotacachies, Imbayas, Kahuaskies, Wancavilcas, Natabuelas, Awochawas, Kochaskies y Waoranies. Ella enseñó a cada uno una habilidad diferente, los hijos aprendieron con su padre Kain, a las hijas se les enseñó cerámica, tejido y textiles, bordado y fabricación de sombreros como pueden ver cómo hago sombreros (de hecho, mi abuela solía hacer los sombreros más asombrosos con cabuya o paja de semillas). Dos tribus se habían vuelto las más fuertes. Los Kitus y Los Karaenkies. Los Kochaskies crearon a los Kieskiex, que eran como los corredores que llevaban a todos los mensajeros y las cosas importantes entre las tribus. La tribu de los Kitus había seguido las enseñanzas y había creado una civilización única y muy avanzada basada en una confederación de tribus que hacían aportes al Reino principal. Ellos eran los organizadores y el Kacha era el gobernante. En realidad, todo se basaba en relaciones de sangre. (recuerden que esta historia me la contaron cuando tenía siete años, mucho antes de que hubiera leído algo sobre los Anunnaki en el año 1970) Según ella, Kain y Awan vivieron doscientos años. Kain vivió atormentado por matar a su hermano, y temiendo que sus hijos pudieran hacer lo mismo, Awan les enseñó a vivir en hermandad, por lo que cada uno debía compartir e intercambiar lo que tenía. Se cuidaban entre sí y para su defensa aportaron algunos hijos que crearon una tribu de los defensores. Cuando Kain tenía cerca de 200 años, Ninurta había venido a decirles que su padre Adapa estaba muriendo, Kain y Awan habían llevado a todos sus hijos a Eridu. Allí habían visto cómo era el Jardín del Edén, porque esa era la ciudad donde Awan y Kain crecieron. Allí conocieron a su abuelo Enki y a su abuela Damkina Ninki, a quien Awan amaba y respetaba como a su madre. Enki más tarde había venido a ver lo que habían creado y había tomado cariño por Kali, Enki le había enseñado muchas cosas, y después de eso, Kali creó la tribu de Karaenkies, que significa seguidores de Enki. Había habido un diluvio, y los sobrevivientes estaban en las montañas. Más tarde llegó el diluvio, y los sobrevivientes fueron solo los que habían huido a las montañas. Todo quedó enterrado bajo la arena, el barro y el cieno. Tuvieron que empezar de nuevo. Kain y Awan habían muerto en el diluvio. 

Los pueblos originarios eran descendientes de Kain y Awan. Kain había sido exiliado a las montañas de América, y sus hijos habían creado las primeras tribus a lo largo de las montañas y, a medida que se extendían, habían creado caminos para intercambiar entre sí. Después del diluvio, los sobrevivientes fueron esclavizados por Ninurta. Había encontrado oro. Un gran número de sobrevivientes de los Nephlim, hijos de los Igigi, y mujeres habían sido traídos para construir las bases portuarias para los carros que transportarían el oro. Todo el Valle de Nazca, Paracas y las regiones de Wancavilicas habían sido inundadas por ellos. Los gentiles, hijos de los demonios, fueron llamados. Tenían grandes poderes y eran muy inteligentes. Ninurta y los Anunnaki que en Kichua les llamamos Yukai, los hombres blancos con gran poder, hombres blancos que llegaron en grandes naves celestiales, unas nuevas personas fueron traídas junto al sagrado Lago Titicaca y la ciudad de Titiawan, pero los Kitus y Karaenkies habían conservado su libertad y sus costumbres quedándose al norte, se habían creado muchas tribus y las ciudades se habían extendido río abajo por el Amazonas, el Gran río. Con el tiempo, crearon un sistema sofisticado con todas las tribus de la hermandad, todos los que hablaban las lenguas que habían venido del idioma principal Kiwa. Cada tribu debía especializarse en algo para aumentar el rendimiento de la producción y la colaboración entre ellos y desarrollar un sistema de trueque que fuera justo para todos. Había contribuciones de todas las tribus para los tiempos de penuria cada siete años debido a los cambios climáticos que ahora conocemos como "efecto el niño". Bajo los Scyris cada tribu se desarrolló en todos los campos, y la colaboración entre tribus, y creó el sistema de carreteras más sofisticado entre todas las tribus que adoptaron y hablaban lenguas similares de los Kitus. Se hablaban Kiwa, Kichua, Quechua y Quichua. Los Quisquiex=Kiskiex=Chasquies eran corredores veloces que diariamente llevaban comunicaciones entre todas las tribus. Pero se logró la colaboración entre ellos y entre todas las tribus, y en algunos casos tribus que aunque no hablaban ninguna de esas lenguas podían hacer trueque con ellas como las tribus de habla Chibcha, Tsafiki y Cayapo. Mantuvieron su identidad cultural pero podían colaborar entre sí. Hubo regiones de tribus independientes, sobre todo en las regiones amazónicas y se dejaron en su mayor parte solas y la mayoría de las tribus guerreras vivían a su manera como los Huaoranies, Achuar, Shuar y otros. Se produjo un gran desarrollo en varias ciudades que aún ahora están ocultas. Hay cinco ciudades en los territorios de los Cofanes a los Llanganati. Hubo todo un imperio de los Quixos, hubo un gran reino de los Llanganaties, los más altos y los descendientes directos de Kain y Awan, y hay dos ciudades escondidas en la región de Morona Santiago. Hay muchas más en las selvas de Bolivia, Brasil y Paraguay, dedicadas a cierta tarea específica. Todas se pueden encontrar y probarán la verdad de mis palabras, dijo.Algunas tribus se especializaron en textiles, algunas en oro, algunas eran específicamente agricultores, otras eran pastores, otras eran constructoras de estructuras y casas, y ayudaron en el desarrollo de grandes estructuras florecieron y lograron la construcción de grandes ciudades como Ollaytambo- Ullac-tayta-ampu (que significa entendimiento-padre-da sentencia) Urubamba (ciudad dedicada a la producción de metales y oro) usaban los Kipos para hacer contabilidad, y usaban los Quisquiex=Chaskies. Sus ciudades se llamaban Kitu, Karaenki, Urkuki, Atuntaki, Kayambi, Ullaytambo y reconocieron ciudades antiguas que nunca construyeron pero eran ciudades Pre diluvianas como Cuzco y Puma Punku. Existían tribus de ancestros muy antiguos como las tribus gentiles, eran tribus de los descendientes de los ángeles caídos, los nefilim de la Biblia, esos eran los Huancavilcas, los Huaytara, los Huancavilicas, los Paracas, y los Cahuachi de Nazca, y Tiwanaco =Titi+Awan) ciudad nombrada en honor a la madre de Kain y esposa de Kain y primera hija de Titi, hija de Adapa. Otras tribus se dedicaban a la protección de todas las demás y esas formaban parte de los Quitus=kitus y Atuntaquies=Atumtakis e Imbayas. En el Mapa de Verdano Monte creado y utilizado para el tratado del Planisferio en 1567 a 1589 aparecen varias ciudades llamadas Quito, la provincia de Quito, la ciudad de Quito, la ciudad de San Francisco de Quito, la ciudad de Cuquito, que significa hijo de Quito, e Iquito y Quico y Quixos. 



El hecho más importante. Alrededor del año 1450 una tribu Aymara guerrera y beligerante que hablaba Puquina, un dialecto de los Aymaras, se atribuía el linaje directo de Kain, por lo que se hacían llamar INKA, Kain al revés. Empezaron a conquistar pequeñas tribus fuera de las regiones Aymaras, habían adoptado la misma regla del pasado, que para mantener la pureza de la sangre, para ser puros debían casarse con su propia hermana. Pachakutik había derrotado a la tribu Cañari, y sus regiones fueron absorbidas mediante el uso del engaño. El hijo de Pachakutik, Tupac Yupanqui se había casado con la princesa Cañari, de este matrimonio nació Huayna Capac, y él quedó como el nuevo Emperador. Huayna Capac era un asesino despiadado. Ke había invitado a toda su familia, a todos sus hermanos y hermanas a celebrar y luego envenenó a todos los varones y dejó solo a aquellas hermanas que lo obedecieran. Más tarde había puesto su mira en conquistar los territorios y ciudades de los Quitus. Años de guerra no habían podido lograr eso, pero finalmente, había hecho exactamente lo que su padre había hecho, por lo que se casó con la princesa de los Quitus alrededor del año 1500. De esa unión nació Atahualpa. Para el año 1531 Atahualpa se convirtió en el nuevo Nuevo Rey de los Quitus y los Incas. Cuando llegaron los españoles, los Incas aprovecharon la situación y se convirtieron en aliados de los españoles para desmantelar el imperio Scyri. Eso combinado con la ambición de Pizarro conspiró para crear un falso imperio. Hoy estamos inundados de constante referencia a las grandes edificaciones como Ollaytambo/Ullataytaampu; Sachsahuayman/Sagsagama, Cuzco y Machupicchu y todos afirmaban que esas ciudades son ejemplos de los grandes avances de la civilización Inca. Pero aquí está el problema. Todas esas ciudades tienen nombres en el idioma de los Quitus. Más problemático aún es el hecho de que a pesar de dar crédito y repetir una y otra vez que los Incas sabían construir tan formidables monumentos, en realidad el templo de Santo Domingo fue construido sobre el Coricancha, pero tal nombre significa depósito de oro en la lengua de los Quitus. Así que han tratado de hacer y mentir que el Quichua era la lengua de los Incas. Así que han borrado a todas las demás tribus de los Moche, Huaytará, Chavín, Chachapoyas, Quitus, Cañari, etc. Estoy aquí para decirles que eso no fue así. Soy descendiente directo de Atahualpa. Mi abuela me contó la historia y no quería creer, y toda mi vida quise olvidarme de la historia y no me importó nada de lo que ella me había contado. Pero ya no puedo permanecer en silencio. 


Es precisamente que un edificio así es la mejor prueba que alguien puede pedir. Atahualpa dio la orden de nunca proporcionar el secreto del edificio a los invasores, y así los Incas se convirtieron en aliados de los invasores españoles para derrotar al Emperador de los Quitus Atahualpa. Pero nunca supieron construir como lo habían hecho antes. No hay un solo edificio de los Incas construido después de 1532 como lo habían hecho los Quitus y las tribus aliadas de los Quitus hasta entonces y lo habían hecho antes. De hecho, según mi abuela eso era conocimiento de las tribus Chachapoyas y Huaytara. Los Chavín también han sido grandes constructores. Para castigar a la tribu Quito, los enviaron al norte donde en ese entonces se llamaba Quico. Allí fundaron la nueva ciudad de Quito. El verdadero Quito y los Scyri fueron desmantelados y destruidos, y se creó una historia completamente falsa para explicar las ciudades. Por supuesto, así podían llevar la mentira. Pero nada tiene sentido. No pudo haber un imperio que no hablara su idioma. El imperio de los Incas fue creado e inventado. 

 El Imperio y el Imperio Inca se crearon en un documento creado en España en 1529 cuando Pizarro no comenzó "realmente" la conquista hasta 1531. No fue hasta abril de 1531 que Pizarro se enfrentó a los nativos de la isla de Puna, hoy Ecuador. Pero aquí también hay serios problemas si revisamos mapas antiguos, muestran una geografía muy diferente y una costa muy diferente a la actual. Entonces, lo que suponemos que sucedió en la isla de Puna pudo haber sucedido en una isla cerca de Chile. Aquí demostraré que todo fue inventado. Todas las grandes tribus de Sudamérica fueron robadas de su historia, y es hora de rescatarlas. Si nos quedamos con este absurdo cuento inventado, toda la verdad y la cultura de todas esas tribus morirán bajo un absurdo cuento de un imperio inventado que no existió. Más allá de que existió la dominación de una tribu incestuosa como lo fue la tribu de los llamados Inca, que en realidad se llamaban INGI.


En el momento de la conquista de América del Sur, hay que entender que el Tratado de Tordesillas (en portugués: Tratado de Tordesillas) tuvo una enorme influencia en lo que realmente ocurrió y fue en gran medida la inspiración para inventar el falso y aclamado Imperio del Tahuantinsuyo. Este tratado fue un compromiso entre reyes europeos para evitar enfrentamientos militares entre los reinos de Europa, fue firmado en la ciudad castellana de Tordesillas el 7 de junio de 1494 entre los representantes de Isabel y Fernando, reyes de Castilla y de Aragón, por un lado, y los del rey Juan II de Portugal, por otro. El tratado establecía una división de las áreas de navegación y conquista del océano Atlántico y del Nuevo Mundo (América) por una línea situada a 370 leguas de las islas de Cabo Verde, para evitar un conflicto de intereses entre las coronas de España, Portugal y los demás reinos europeos. En la práctica, este acuerdo garantizaba al reino portugués y al resto de los europeos que España no interfería en sus rutas hacia el Cabo de Buena Esperanza, y viceversa: los primeros no lo harían en las Antillas recién descubiertas. Con este acuerdo se podía evitar la guerra entre los europeos, y ellos podían concentrarse en esclavizar a los nativos y saquear los recursos. Se había acordado que mientras se encontraran grandes tribus o imperios indígenas en esos territorios, se les respetaría. Por lo tanto, a España le convenía alegar que habían encontrado un enorme imperio para que los demás países europeos no intervinieran y por ello se creó la hipótesis, los españoles inventaron el Tahuantinsuyo. Pero si analizamos la realidad, este imperio nunca existió. Las evidencias son abrumadoras en toda Sudamérica. La existencia misma de tantas tribus que aún 500 años después de la conquista española aún conservan sus lenguas y sus costumbres y en más de setenta lenguas de las tribus de Sudamérica no existe la palabra Inca por nombrar algunas que nunca siquiera tuvieron contacto con la supuesta tribu Inca tenemos a los Achuar, Shuar, Tsachilas en Ecuador. Es demasiado largo nombrar tantas tribus que existen desde Chile hasta Colombia. Pero analicemos los antecedentes.

La primera anécdota de Cristóbal Vaca de Castro nos da una indicación. Cuando Vaca de Castro fue enviado en 1540 por el rey Carlos de España para ajustar cuentas con los Pizarro, y esto  lo explicaremos   más adelante, en la segunda parte. Pero cuando llegó a Popayán, Vaca de Castro fue recibido por Sebastián de Benalcázar (también conocido como Belalcázar y como Moyano y Cabrera), Benalcázar fue el fundador de las actuales ciudades de Quito, Cali, Pasto y Popayán. Vaca de Castro era de ascendencia judía, y tenía un conocimiento lingüístico muy amplio habiendo sido educado en varios idiomas que incluían hebreo, arameo, griego y latín, y tenía conocimientos de francés, inglés, y catalán. Cuando Benalcázar le estaba dando cuenta y lo llevó a visitar los territorios que estaban a su cargo, y también las ciudades que había fundado. Vaca de Castro le había preguntado "¿Por qué les sigue llamando Inka (como se refería originalmente a quienes luego nos inventaron eran los Incas) cuando muy claramente toda esta gente son tribus diferentes, costumbres y lenguas diferentes? Y es que entre Popayán (actualmente en Colombia) Cali, Pasto y Quito, la ciudad que realmente se llamaba Quico en esa época, el verdadero Quito era mantenido en secreto por las tribus indígenas y estaba en otro lugar (el actual Quito es donde antes estaba Quico, y ahora capital del Ecuador) había varias tribus entre ellas: Chibchas, (lengua chibchena), Salchallillas (hablan una lengua emparentada con los zapotecos), Cayapas (lengua cayapo), Imbayas (lengua kichwa), Atuntaquies (mezcla de kichwa y quichua), Natabuelas (lengua mixta, cayapo y quichua del norte), Otavalos (dialecto runa shimi entre cañari puquina y quechua), Caranquies (lengua cara kichwa), Quitos (lenguas y dialectos Kiwa y Quichua) Cayambes (lengua Goraymi/Kichwa), Tsáchilas (idioma tsafiki) Para Vaca de Castro era entonces imposible darle sentido a un imperio llamado "Inka/Inca" cuando ninguna de las tribus hablaba la lengua del supuesto Imperio. Nadie entendería tal anomalía. NINGUNA de las tribus entre Popayán y el actual Quito hablaba ni remotamente la lengua inca. En el Perú la mayoría de las tribus hablan quechua, ninguna habla puquina, que es la lengua de los incas, y nunca fue quichua o quechua como mienten tantos libros en lengua inglesa. Tampoco ninguna tribu tenía costumbres similares a las de los incas que hablaban puquina, a excepción de la tribu de Otavalo que hablaba una lengua mezclada con puquina, cañari y quechua. Y hasta el día de hoy estas tribus siguen hablando sus diferentes dialectos y hasta sus propias lenguas diferentes. Cabe señalar que estas tribus se ven bastante diferentes. Por ejemplo, la tribu de los Cayapas que vive en la provincia de Esmeraldas


Los indios olmecas vivían desnudos en aquella época, nunca estuvieron bajo el llamado dominio inca. Hablan su propia lengua y físicamente tienen más similitudes con los olmecas que cualquier otra tribu sudamericana, y me refiero a piel muy oscura y narices anchas, no se pueden comparar ni en físico ni en color de piel con los pieles rojas de los Tsáchilas, a pesar de ser tan cercanos, los de Esmeraldas e Imbabura y los de la provincia de Pichincha. Algunos son de piel oscura, muchos vivían casi desnudos en aquella época, y otros tienen intrincadas vestimentas para soportar las temperaturas de las montañas. Otros tienen la piel roja como los Tsachillas, otros tienen la piel bastante clara. Pero aún más curioso, ninguno de estos idiomas y dialectos tenía la palabra INCA o INGI. La respuesta de Benalcázar nos da la pauta de lo que realmente ocurrió. Benalcázar le responde a Vaca de Castro. “Esas son las órdenes de Pizarro, toda tribu que encontremos debemos llamarla Ingi” Frente a esto, Vaca de Castro decide crear la ciudad de Quito y decreta la creación de 
 la Real Audiencia de Quito.

Fue entonces cuando Vaca de Castro se dio cuenta de que Pizarro, Luque y Almagro, llevados por la ambición y por aferrarse a la gobernación que la reina portuguesa le había dado a Pizarro, seguían inventando un imperio inexistente. Se estaba creando. Se estaba inventando el supuesto “Tahuantinsuyo” como resultado de tres razones. Ninguna de las cuales tenía que ver con la existencia de un imperio. Las tres razones eran:

1.- El Tratado de Tordesillas y por tanto en interés del Rey de España reivindicar la existencia de un imperio indígena.

2.- El nombramiento de Isabel de Portugal otorgando a Pizarro la gobernación del "Tahuantinsuyo"), territorio creado imaginariamente antes de que ellos siquiera pusieran un pie en el territorio entonces llamado Biru, posteriormente conocido como Perú.

3.- La inversión entre la sociedad creada entre la Iglesia Católica por Luque, que representaba los intereses del Papa, y Almagro y Pizarro.

Aunque por Tratado de Tordesillas se conoce como el convenio de límites en el océano Atlántico, firmado en 1494, también se firmó en Tordesillas otro tratado que demarcaba las pesquerías del mar entre el cabo de Boujdour y el río de Oro, y los límites del Reino de Fez en el norte de África. Carlos V era rey de España cuando se llevó a cabo la conquista del Perú. Carlos V (que curiosamente parece ser el retrato vivo del director técnico Luis Enrique) era hijo de Felipe I el Hermoso, rey de Castilla, y de Juana la Loca. Sus abuelos paternos fueron el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Maximiliano I y María, duquesa de Borgoña, y sus abuelos maternos fueron Isabel de Castilla I y Fernando I de Aragón, reyes católicos romanos de España. Tras la muerte de su padre en 1506, Carlos apenas tenía 12 años y fue criado por su tía paterna Margarita de Austria, regente de los Países Bajos. Su guía espiritual fue el teólogo Adriano de Utrech (más tarde Papa Adriano VI), miembro de la devotio moderna, un movimiento de reforma religiosa y educativa que promovió la alfabetización entre el pueblo.

Es importante entender el contexto en el que reinó Carlos V y por qué sucedieron las cosas que nos venden como “historia” y que son un verdadero insulto a nuestra inteligencia. En 1515, Carlos alcanzó la mayoría de edad como duque de Borgoña y asumió el gobierno de los Países Bajos. Su esfera de actividades pronto se amplió. El 23 de enero de 1516 murió Fernando II. Como resultado, el problema de la sucesión en España se agudizó, ya que, según los términos del testamento de Fernando, Carlos debía gobernar en Aragón y Castilla junto con su madre (que, sin embargo, sufría una enfermedad nerviosa y nunca reinó). Además, el testamento preveía que el cardenal Francisco Jiménez de Cisneros, que era arzobispo de Toledo y uno de los consejeros más influyentes de Fernando e Isabel, debía dirigir la administración en Castilla. Sin embargo, los opositores españoles de Fernando, que habían huido a Bruselas, consiguieron que se anulara el testamento y el 14 de marzo de 1516 Carlos fue proclamado rey en Bruselas como Carlos I de Aragón y Castilla. En septiembre de 1517 llegó a España, un país cuyas costumbres no conocía y cuya lengua apenas hablaba. Allí estableció, bajo la influencia de Borgoña, un gobierno que era poco más que un gobierno extranjero. Cuando fue elegido rey de Alemania en 1519 (sucediendo a su abuelo, el emperador Maximiliano I), tras una estancia de dos años y medio en España, Carlos dejó tras de sí un pueblo insatisfecho e inquieto. Adriano, a quien había nombrado regente, no era lo suficientemente fuerte para reprimir la revuelta de los plebeyos castellanos que estalló en esa época. Los partidarios de Carlos, aprovechándose de la ascendencia alemana de su candidato y comprando votos electorales alemanes (en su mayoría con dinero suministrado por la poderosa familia de banqueros Fugger), habían logrado que fuera elegido emperador frente a su poderoso rival, Francisco I de Francia. En octubre de 1520 Carlos fue coronado rey de Alemania en Aquisgrán, asumiendo al mismo tiempo el título de emperador romano electo. En la primavera de 1521 se reunió en Worms la Dieta Imperial, ante la cual Martín Lutero tuvo que defender sus tesis. La aparición del reformador religioso ejerció una enorme presión sobre Carlos desde el papado en Roma. Esto representó un primer desafío para Carlos, que comenzó con una amplia invocación de sus antepasados ​​católicos romanos, leída en la Dieta. Después de que Lutero se negara a retractarse de la esencia de sus escritos y abandonara la Dieta, Carlos redactó el Edicto de Worms. Con él, rechazó las doctrinas de Lutero y, en esencia, declaró la guerra al protestantismo.

Para 1521 Carlos se encontraba bajo las exigencias del papado y siendo además rey de Alemania se encontraba en varias guerras contra sus enemigos en Italia y Francia. El resultado fue que necesitaba dinero y la forma de conseguirlo era exprimiendo todo lo que pudiera de los territorios que España dominaba. Fue esta necesidad la que hizo que Isabel de Portugal, en ausencia de Carlos que trataba de evitar la guerra con el Imperio Otomano y una invasión a los Hamburgo, de los que ella formaba parte, otorgara enormes poderes a Pizarro como gobernador de un “supuesto Imperio”. En otras palabras, el aclamado Imperio del Tahuantinsuyu fue inventado por un estafador español a quien se le concedió la gobernación de tan vasto territorio dos años antes de que siquiera se iniciara la exploración del territorio. Por ello es de suma importancia citar la declaración de guerra de España al supuesto reino imaginario del Tahuantinsuyu. Para apreciar con mucha claridad lo ocurrido debemos leer el documento firmado por Isabel de Portugal en 1529, años antes del enfrentamiento con Atahualpa. De hecho, años antes de que se iniciara la “conquista del supuesto imperio inca”, aquí está el texto y la prueba plena de que todo el llamado reino inca y el Tahuantinsuyu son una mentira. Estamos hablando de una reina portuguesa (nacida y criada en Portugal) que estaba a cargo de la corona española por matrimonio y parentesco, se otorgó poderes sobre un territorio sobre el cual no tenía ningún derecho. Bajo este documento, que es tan absurdo que parece salido de una comedia de tontos, ella otorga derechos de gobernador a un criador de cerdos sobre vastos y extensos territorios que el criador de cerdos ni siquiera había visto excepto su barco navegando desde la isla de Gallo a otra isla. Y sin embargo, hoy la gente repite la falsa historia, asombrada por monumentos que supuestamente fueron construidos por los incas. No fue así. Se pueden resumir 13.800 años de historia a una familia y cuatro generaciones de esa familia. Aunque ni siquiera existe la lengua de los llamados incas, los señores puquinas son una lengua muerta. En realidad, la construcción de edificios en Puma Punku y Tiwanaco no tiene nada que ver con la forma de construir de otras tribus. Ni siquiera se debe comparar con Ollaytambo, que también es diferente de Machu Picchu y Cuzco, y es diferente de Ingapirca. Mucho menos que las estructuras de Valle Upano o la Pirámide del Colibrí o la Maná. Tribus diferentes, culturas diferentes y lenguas diferentes, todas borradas bajo un imperio inventado por la ambición de un criador de cerdos, Francisco Pizarro.



El documento dice: Preámbulo:

 

     La Reina. Por quanto vos el capitán Francisco Piçarro, vezino de Castilla del Oro, por vos y en nombre del venerable padre don Hernando de Luque, maestrescuela e provisor de la Iglesia del Darién sede vacante, que es en la dicha Castilla del Oro, e del capitán Diego de Almagro, vezino de la cibdad de Panamá, nos hizistes relación, que vos e los dichos vuestros compañeros, con desseo de nos servir e del bien e acrescentamiento de nuestra Corona real, puede aver cinco años, poco mas o menos, que con licencia e paresçer de Pedrarias Dávila, nuestro governador e capitán general que fué de la dicha Tierra Firme, tomastes cargo de ir a conquistar, descobrir e paçificar e poblar por la costa de la mar del Sur de la dicha Tierra, a la parte de levante, a vuestra costa e de los dichos vuestros compañeros, todo lo que mas por aquella parte pudiéredes, e fizistes para ello dos navíos e un vergantín en la dicha costa; e que ansi en esto (por se aver de pasar la jarçia e aparejos nesçesarios al dicho viaje e armada desde el Nombre de Dios, que es la costa del norte, a la otra costa del sur) como con la gente e otras cosas nescesarias al dicho viaje, e en tornar a rehazer la dicha armada, gastasteis mucha suma de pesos de oro; e fuístes a hazer, e hizistes, el dicho descobrimiento, donde pasastes muchos peligros e trabajos, a cabsa de lo qual vos dexó toda la gente que con vos iva en una isla despoblada, con sólo treze enbres que no vos quisieron dexar, e que con ellos y con el socorro que de navíos e gente vos hizo el dicho capitán Diego de Almagro partistes de la dicha isla y descubristes las tierras e provinçias del Perú e cibdad de Túmbez; en que aveis gastado, vos e los dichos vuestros compañeros, mas de treinta mill pesos de oro. E que con el deseo que teneis de nos servir. querríades continuar la dicha conquista e población a vuestra costa e misión, sin que en ningund tiempo seamos obligados a vos pagar ni satisfazer los gastos que en ello fiziéredes, más de lo que en esta capitulación vos fuere otorgado. E me suplicastes e pedistes por merced vos mandase encomendar la conquista de las dichas tierras, e vos concediese e otorgase las mercedes, y con las condiciones que de suso serán contenidas. Sobre lo qual Yo mandé tomar con vos el asiento e capitulación siguiente:

 

     1. Primeramente, doy licencia e facultad a vos, el dicho capitán Francisco Piçarro, para que por Nos, en nuestro nombre e de la Corona real de Castilla, podais continuar el dicho descobrimiento, conquista e población de la dicha provincia del Perú, fasta dozientas leguas de tierra por la misma costa. Las quales dichas dozientas leguas comiençan desde el pueblo que en lengua de indios se dize Teninpulla y después le llamastes Santiago, fasta llegar al pueblo de Chincha, que puede aver las dichas dozientas leguas de costa poco más o menos.

 

     2. Iten, entendiendo ser complidero al serviçio de Dios e nuestro, e por onrrar vuestra persona e por vos favorescer, prometemos de vos fazer nuestro govennador e capitán general de toda la dicha provincia del Perú e tierras e pueblos que al presente ay e adelante oviere en todas las dichas dozientas leguas, por todos los días de vuestra vida, con salario de setecientas y veinte y cinco mili maravedís cada un año, contados desde el día que vos hiziéredes a la vela destos nuestros Reinos para continuar la dicha poblaçión y conquista, los quales vos han de ser pagados de las rentas e derechos a Nos pertenesçientes en la dicha tierra que ansí aveis de poblar. Del qual salario aveis de pagar, en cada un año, un alcalde mayor e diez escuderos e treinta peones e un médico e un boticario. El qual salario vos ha de ser pagado pon los oficiales de la dicha tierna.

 

     3. Otrosí, vos fazemos merced de título de nuestro adelantado de la dicha provinçia del Perú, e asimismo del oficio de alguazil mayor de ella, todo ello por los días de vuestra vida.

 

     4. Otrosí, vos doy licencia para que, con paresçer e acuerdo de los dichos nuestros oficiales, podais fazer en las dichas tierras e provincias del Perú hasta quatro fortalezas, en las partes e lugares que mas convenga, pareciendo a vos e a los dichos nuestros ofiçiales son nesçesarias para guarda y pacificación de la dicha tierra. E vos faré merced de la tenencia dellas, para vos e para dos herederos e subçesores vuestros, uno en pos de otro, con salario de setenta y cinco mill maravedís en cada un año, por cada una de las dichas fortalezas que así estovieren fechas. Las quales aveis de fazer a vuestra costa, sin que Nos ni los reyes que después de Nos vinieren seamos obligados a vos lo pagar al tiempo que así lo gastásedes. salvo dende en cinco años después de acabada la fortaleza, pagándoos en cada uno de los dichos cinco años la quinta parte de lo que se montare el dicho gasto, de los frutos de la dicha tierra.

 

     5. Otrosí, vos fazemos merced para ayuda a vuestra costa, de mill ducados en cada un año, por todos los días de vuestra vida, de las rentas de la dicha tierra.

 

6. Otros, es nuestra merced, ateniéndose a la buena vida y doctrina de la persona del dicho Don Hernando de Luque, del presente nuestro santísimo Padre por obispo de la ciudad de Túmbez, que está en la dicha provincia y gobierno del Perú, con los límites de la diócesis que por Nos, con abtoridad apostólica, le señalaremos. Y entretanto que vienen las Bulas del dicho obispado, hagámosle protector universal de todos los indios de la dicha provincia, con sueldo de mil ducados en cada año, pagados de nuestras rentas de la dicha tierra, hasta que seamos eclesiásticos que se puedan pagar.

 

7. Otrosí, por cuanto nos aviades suplicado, por vuestra merced y en el dicho nombre, fizie por merced de algunos vasallos en las dichas tierras, y al presente lo dejaremos a fazer porque no tenemos entera relación de ellas, es nuestra merced que, con tal que seamos informados, proveamos en esto lo que está a nuestro servicio y para enmienda y satisfacción de vuestra obra y servicios conviene, tengáis la vigésima parte de todos los pechos que Nosotros tuviésemos en cada año en la dicha tierra, mientras no exceda de mil y quinientos ducados: el molino para vos el dicho capitán Piçarro, y los quinientos para el dicho Diego de Almagro.

 

8. Otros, hagamos merced al dicho capitán Diego de Almagro de la posesión de la fortaleza que ay oviere en la dicha ciudad de Túmbez, que está en la dicha provincia del Perú, con sueldo de cien mil maravedís cada año, con más de dos mil maravedís en cada un año de auxilio de costa todo pagado de las dichas rentas de la dicha tierra, de las cuales ha de gozar desde el día que el dicho Francisco Piçarro llegue a la dicha tierra, aunque el dicho capitán Almagro se quede en Panamá o en otra parte que le convenga. Y hagámosle hijo de un hijo, para que goce de los honores y preeminencias que los demás hijos e hijas pueden y deben gozar en todas las Indias, Islas y Tierra Firme la Mar Océano.

 

9. Además mandamos que las escrituras y tierras y solares que tenéis en Tierra Firme, llamada Castilla del Oro, y os sean dadas como si las tuvieseis y las gozaseis y hiciereis lo que quisiereis. voluntad, y para bien nuestro, según lo que tenemos concedido y concedido a los vezinos de la dicha Tierra Firme. Y en cuanto a los indios y las naborías que tenéis y os están confiadas, es nuestra voluntad y voluntad y mandamos que las tengáis y gocéis y las sirváis, y que no se os quiten ni os quiten. por el tiempo que sea nuestra voluntad.

 

10. De nuevo concedemos a los que fueren a poblar la dicha tierra, que en los seis primeros años siguientes al día del datta de aquí en adelante, que del oro que se recoja en las minas paguemos el diezmo; y cumplidos los dichos seis años paguen el noveno, y así, descendiendo en cada año, hasta llegar al quinto. Pero del oro y de las demás cosas que se rescaten o se monten o de cualquier otra manera, desde luego nos han de pagar la quinta parte de todo esto.

 

11. Otros, abrirnos a los vezinos de la dicha tierra por los dichos seis años, y más, que esta sea nuestra voluntad, de almoxarifadgo de todo lo que traigan para el sustento y abastecimiento de sus casas, con tal que no se haya de vender. Y de lo que vendan ellos mismos, y cualesquiera otros mercaderes y tratantes, así como los cruzamos por solamente dos años.

 

12. En seguida, prometemos que por el término de diez años, y después, hasta que mandemos otra cosa en contrario, no daremos a los vezinos de las dichas tierras alcabalas ni otro tributo alguno.

 

13. A continuación, concedemos a los dichos vezinos y colonos, que se les den por vos las parcelas y tierras que convengan a sus personas, según lo que se ha fechado y pautado en la isla Española. Y asimismo daremos poder para que, en nuestro nombre, durante el tiempo de vuestra gobernación, hagáis la encomienda de los indios de la dicha tierra, guardando en ella las Instrucciones y Hordenanças que se os dieren.

 

14. Pues bien, a vuestra petición, designemos a Bartolomé Ruiz como nuestro piloto principal del Mar del Sur...

 

15. Otros, somos felices y nos agrada que vos, el dicho capitán Piçarro, cuanto sea nuestra merced y voluntad, tengáis el gobierno y administración de los indios de nuestra isla de Flores, que está cerca de Panamá, y gocéis, por vos y por quien vos de todos los usos que tuviere en la dicha Isla, así tierras como de solares y montes y árboles y mineros y pesquerías de perlas, con tal que estéis obligados por razón de ello a darnos a nosotros y a los nuestros de Castilla del Oro, en cada año de que nuestra voluntad que lo tengáis, doscientos mil maravedís, y más de la quinta parte de todo el oro y perlas que de cualquier manera y por cualquier persona se extrajere en la dicha isla de Flores, sin daño alguno, con tal que los dichos indios de la dicha isla de Flores no los podáis emplear en la pesquería de perlas ni en las minas de oro ni en otros metales, sino en las demás grangerías y usos de la dicha tierra, para el abastecimiento y mantenimiento de la dicha vuestra armada, y de las que fuereis haciendo para la dicha isla de Flores, y de las que hiciereis ... la dicha tierra. E concedemos que si vos, el dicho Francisco Piçarro, llegados a Castilla del Oro, dentro de dos meses, os manifestáis a nuestro dicho gobernador y juez de residencia que allí está, a quien no queréis encomendar de la dicha isla de Flores, que en tal caso no seréis tenue y obligados a pagar por razón de ello los dichos doce mil maravedís, y que quede a vuestra disposición. Tenemos la dicha isla, como la tenemos ahora.

 

16. Iten, tomando en cuenta cuanto se ha servido en el dicho viaje y descubrimiento Bartolomé Ruiz e Cristóval de Peralta e Pedro de Candía e Domingo de Safaluce e Niculás de Rivera e Francisco de Qüellar e Alonso de Molina e Pedro Halcón e García de Gerez e Antón de Carrión e Alonso Brizeño e Martín de Paz e Juan de la Torre, y porque me la dais rogasteis y pedisteis merced, es nuestra merced y voluntad de la merced Fazer, como por la presente hacemos a los que no son nobles, que sean nobles notorios de tierra conocida en aquellas partes, y que en ellas y en todas nuestras Indias, islas y tierra firme del Mar Océano, gocen de las preeminencias y libertades y otras cosas que gozan y se deben guardar a las tierras fijas notorias de tierra conocida destos nuestros Reinos; y a los que de los dichos son nobles, que sean jinetes de espuelas de canto dorado, dando primero la información que en tal caso se requiere.

 

17. En seguida, hacednos la merced de veinticinco yeguas y otros tantos caballos, de los cuales tenemos en la isla de Xamaica. Y si no los tuviésemos cuando los pedís, no seamos tacaños en el precio de ellos, ni en ninguna otra cosa por razón de ellos.

 

18. Otrosi, vos fazemos merce[d] de trececientos maravedís, pagados en Castilla del Oro, por artillería y municiones que vais a llevar a la dicha provincia del Perú, llevando la cuota de los nuestros oficiales de la Casa de Sevilla de las cosas que así comprasteis y de lo que os costó, contando el interés y cambio de ello; y más, estaréis a merced de otros doscientos ducados, pagados en Castilla del Oro, para ayudar al carro de la dicha artillería y municiones y otras cosas vuestras, desde el Nombre de Dios hasta la dicha Mar del Sur.

 

19. A los demás os daremos licencia, como si por la presente os la diéramos, para que de estos nuestros Reinos o del Reino de Portugal e Islas de Cabo Verde, o de donde tú o quien tu poder tuviere, si quisieres pudieren pasar y pasar a la dicha tierra de tu gobierno cincuenta esclavos negros, en los cuales por lo menos la tercera parte de las hembras, libres de todo derecho a Nos perteneciente, con tal que si se dieren todas o parte de ellas, en las islas de la Española, San Juan, y Cuba y Santiago, o en Castilla del Oro, o en otra parte las que hubieren estado en el mismo lugar. Y por la presente las aplicamos, a nuestra Cámara y Hacienda.

 

20. Otros, que daremos misericordia y limosna al hospital que se hace en la dicha tierra, para ayudar a remediar los pobres que a ella fueron, de cien mil maravedís, librados en las penas de la Cámara de la dicha tierra.

 

21. Ansimismo, de vuestra petición y consentimiento de los primeros pobladores de la dicha tierra, decimos que hagamos merced, como por la presente hacemos, a los espíritus de la bendita tierra, de los derechos de la maleza y relaves que ella produce en las fundiciones que en ella se hacen, y de ella mandaremos que se nos dé en forma nuestra Provisión.

 

22. Además decimos que mandaremos y por la presente mandamos que vengan y residan en la ciudad de Panamá o donde vos tengáis un carpintero y un calafateador y cada uno dellos tendrá sueldo de treinta mil maravedís en cada año, desde que empezaren a residir en la dicha ciudad o donde, como está dicho, le mandaréis. A los que Nosotros mandaremos pago para nuestros oficiales de la dicha tierra de vuestro gobierno, cuanto fuere nuestro culto y voluntad.

 

23. Iten, que mandaréis nuestra Provisión en forma para que en la dicha costa de la Mar del Sur podáis tomar cualesquiera buques que necesitéis, con el consentimiento de sus dueños, para los viajes que hagáis a la dicha tierra, pagando a los dueños de tales buques el flete que fuere justo, no siendo que otras personas los tuvieren fletados para otras partes.

 

24. Asimismo, que mandaremos, y por la presente mandamos y defendemos, que destos nuestros Reinos no salgan ni pasen a las dichas tierras personas de los encargos que no puedan pasar a aquellas partes, bajo las penas contenidas en las Leyes y Ordenanzas y Cartas nuestras que estoy próximo a esto para Nos y para los Reyes Católicos se den, ni abogados ni procuradores para usar de sus oficios.

 

25. Lo cual es todo lo dicho y todo lo que en ello se dice, concedemos, con tanto que vos, el dicho capitán Piçarro, quedéis tenido y obligado a dejar estos nuestros reinos, con los navíos y aparejos y mantenimiento y otras cosas que fueren necesarias para el dicho viaje y la población, con doscientos y cincuenta honores: los ciento y cincuenta destos reinos, y los cientos restantes podéis tomarlos de las islas y tierra firme de la mar Océano; con tal que la dicha Tierra Firme llamada Castilla del Oro no saquéis más de veinte, si no fueren de los que en el primero o segundo viaje que hicisteis a la dicha tierra del Perú os encontraron, porque a ellos les damos licencia para que vayan con vos libremente. Lo que habéis de hacer Desde el día de la fecha de este día, son los primeros seis meses siguientes. Y llegados a la dicha Castilla del Oro y pasando por Panamá, sois tenue de continuar el dicho viaje y hacer el dicho descubrimiento y población dentro de otros seis meses después.

 

26. Iten, siempre que al salir destos nuestros Reinos y llegar a la dicha provincia del Perú queráis llevar y tener con vosotros los oficiales de nuestra hazaña que por Nos están y están nombrados, y así sean las personas religiosas o eclesiásticas que por Nos se nombraren para la instrucción de los indios y naturales de aquella provincia a nuestra santa fe católica, con cuyo parecer, y vos y ellos, veáis la conquista, descubrimiento y población de la bendita tierra. A los cuales religiosos habéis de dar y pagar el flete y matalote y demás manutención necesaria, según sus personas, y todo hasta vuestra costa, sin llevar nada con ellos durante toda la dicha navegación; lo cual mucho os mandamos que hagáis y cumpláis con esto, como asunto de servicio a Dios y a los nuestros, porque de otra manera nos temeremos unos a otros por estar desatendidos.

 

     27. Otrosí, con condición que en la dicha pacificación, conquista e población e tratamiento de los dichos indios en su personas e bienes, seais tenudos e obligados de guardar, en todo y por todo, lo contenido en las Hordenanças e Instruciones que para esto tenemos fechas, e se hizieren, e vos serán dadas en la nuestra Carta y Provisión que vos mandaremos dar para la encomienda de los dichos indios.

 

     28. Y cumpliendo vos, el dicho capitán Francisco Piçarro, lo contenido en este asiento en todo lo que a vos toca e incumbe de guardar e cunplir, prometemos e vos aseguramos por nuestra palabra Real, que agora e de aquí adelante vos mandaremos guardar, y vos será guardado, todo lo que así vos concedemos e fazemos merced a vos e a los pobladores y tratantes en la dicha tierra. E para execución y cumplimiento dello vos mandaremos dar nuestras Cartas y Provisiones particulares que convengan e menester sean, obligandoos vos, el dicho capitán Piçarro, primeramente, ante escribano público, de guardar y cumplir lo contenido en este asiento que a vos toca, como dicho es. Fecha en Toledo a veinte e seis de jullio de mil e quinientos e veinte nueve años. Yo la Reyna. Refrendada de Juan Vázquez. Señalada del Conde y del doctor Beltrán.

Carta de obligación del conquistador (17 agosto 1529):

     Sepan quantos esta carta de obligación vieren, cómo yo, el capitán Francisco Piçarro, digo: Que por quanto su Magestad mandó tomar, y se tomó comigo, cierto asiento y capitulación sobre la conquista e población de las tierras y provincias del Perú y cibdad de Túmbez, que son en la mar del Sur, su tenor del qual dicho asiento y capitulación es este que se sigue:... [se reproduce el texto anterior]...

 

Por tanto, por esta presente carta yo, el dicho Capitán Francisco Piçarro, concedo y conozco y me obligo, por mi persona y bienes muebles e inmuebles a guardar y conservar, y que guardaré y cumpliré, la dicha capitulación y entrada que está en desuso se incorpora, todo lo que me toca e incumple, en todo y por todo, según y como en ella se contiene, y que no iré ni veré contra ella, ni contra parte de ella, ahora ni en otra manera alguna ni por ningún medio, bajo la obligación que hago de la dicha persona mi persona y bienes, y además, a pagar cuatro mil ducados de oro y justo precio para la Cámara y Hacienda de Su Majestad. Para lo cual ansí thener y guardar y cunplir, obligo a la dicha persona y bienes muebles e inmuebles a los tribunales, para que si me hicieren thener, mantener y cumplir, bien sea tan conplidamente como si por sentencia definitiva lo hubiese quitado de mi petición y consentimiento, y renuncio a todas y cualesquiera leyes que a mi favor fueren, ley especial y ley en que diga, que no vale el reconocimiento general de leyes que las dejen ser y hacer.

 

La cual fue fechada y otorgada en la ciudad de Toledo a diez y siete días del mes de agosto de mil quinientos y veinte y nueve años. Testigos que estuvieron presentes en lo que se dice son: el Licenciado Corral y Rodrigo de Maçuelas y Diego de Castresán, estantes en la corte. Y lo señalo [Pizarro] de una señal de su costumbre, porque no sabe firmar [hay dos señales].

Esto es lo que aparece en los documentos de España y bajo los cuales se realiza la conquista. Así que en el año 1529 se está creando la mentira de un Imperio. La ambición de Pizarro, la ambición del sacerdote Hernando de Luque que representa al papa. La necesidad del rey Carlos y la reina Isabel de Portugal de crear un reino inventado. Es precisamente por eso que Francisco Pizarro da la orden de que no importa qué tribu se encuentre, se llamen incas. Es por la carta y la orden de la reina para que Pizarro sea el gobernador del Perú que se inventa este gran imperio. La prueba que Cristóbal Vaca de Castro puede sentir inmediatamente es que no existe tal reino, no existe tal imperio. Lo que Vaca de Castro son tribus con diferentes lenguas, diferentes costumbres en una región tan enorme y tan vasta que lo que necesita hacer es ejecutar a los Pizarro y eso es precisamente lo que hace estableciendo tribunales de justicia e iniciando un proceso de creación de regiones que sean independientes de la fantasía inventada de un Imperio inventado del Tahuantinsuyo. Por eso creó la Real Audiencia de Quito.

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